Maestro Reiki es aquella persona que se pone al servicio de los demás, es un ser humilde lleno de amor y compasión hacia otros seres y el planeta.
No pretende complacer ni guiar a otros ya sean amigos, familiares o conocidos por el camino de la verdad, sólo tiene que acompañarlos hasta el umbral de su propio ser interno.
No esconde nada, brinda la información para un vivir mejor, no da consejos, señala la luz que lo llevará al otro al reconocimiento propio y a la importancia del aquí y el ahora. No promete nada porque sabe que la sanación está en manos del receptor que la vino a buscar y de la energía divina de Dios.
El maestro comparte su sapiencia, no pretende saberlo todo porque aún hay mucho camino que debe recorrer y mucho que aprender, deja que el otro siga su propio camino y entiende que el despertar del otro no está en sus manos sino en las del que viene a su encuentro que además cuenta con su propio tiempo.
No debe crear dependencia.
Sabe reconocer cuando se equivoca porque entiende que este mundo es imperfecto y no así la creación, entonces trabajará en ello para ser cada día mejor persona=mejor reikista.
Sabe que la vida le ofrece a cada uno la posibilidad de seguir un camino personal de luz, amor y armonía; y que la única fuerza reside en la propia evolución personal bajo la protección divina de Dios despertando a una vida verdadera y maravillosa.
Su vocación es el servicio al otro porque comprendió que el otro es su propio espejo, que lo ajeno es la parte que desconoce de sí mismo y con amor incondicional lo abraza con compasión.
Descubrió la alquimia de la vida en su corazón, aprendiendo día a día a unir los cuerpos: espiritual, emocional, mental y físico en armonía mediante la meditación, la honestidad y el amor.
Se reconoce en todas las personas sin importar rango social, orígenes culturales o características en general porque está unido a la Creación y lo demuestra desde el amor incondicional, la honestidad y la entrega total; y es así que enseña, sintoniza o inicia en Reiki para su expansión obteniendo el beneficio maravilloso de transitar el camino de la vida en plenitud.
Con todo amor. Gladys
